FRANKLIN, NJ—El 2 de mayo, alrededor de 200 residentes del municipio de Franklin y los alrededores coordinaron con los representantes de organizaciones ambientalistas en un mitin “Open Mic” que oponía la propuesta para construir una estación del compresor de gas natural diez millas fuera de New Brunswick.

Una multitud de residentes de Princeton, Montgomery, y Sayreville se unieron a la protesta con el fin de expresar sus preocupaciones por la contaminación del aire y del agua; y del riesgo de explosiones, goteras, y de fuegos asociados con la propuesta polémica.

El evento tuvo lugar en el centro de ancianos de Franklin poco antes de que la Comisión Federal de Regulación Energética (FERC, por sus siglas en inglés) presentará una sesión requerida para escuchar a los residentes locales y funcionarios del municipio con respecto a la estación de compresión.

La FERC prohibió cualquier comentario abierto o un foro público, y a diferencia de la mayoría de audiencias públicas, los asistentes fueron obligados a dar sus comentarios a puerta cerrada o en forma escrita. En años anteriores, la FERC celebró foros tradicionales para tomar testimonio donde los periodistas y otros ciudadanos preocupados podían presenciar todas las declaraciones.

El “Open Mic Rally” ofreció una oportunidad para que los residentes presenten sus comentarios en público y para que los medios informen sobre sus comentarios.

Williams Transco, como parte del proyecto Northeast Supply Enhancement, propone agregar aproximadamente 35 millas de tubería y nueva compresión a su sistema existente de la tubería de Transco, incluyendo la nueva estación de compresión de gas en Franklin Township.

La compañía planea transportar gas natural de Pensilvania a Nueva York y el proyecto no suministrará gas a Nueva Jersey.

Williams Transco tiene una historia de violaciones incluyendo 34 violaciones ambientales desde el año 2000, culminando a multas de $8,665,744.

Los funcionarios locales en la rueda de prensa incluyeron el asambleísta Joe Danielsen, quien representa a Franklin, New Brunswick y tres otras comunidades en la Asamblea del estado, así como el representante del condado de Somerset Mark Caliguire, el alcalde de Franklin Phil Kramer y el la alcaldesa de Princeton Liz Lempert.

El senador Cory Booker y el congresista Frank Pallone enviaron declaraciones.

El alcalde Kramer habló sobre el efecto a largo plazo de la estación de compresión y la falta de planes de energías renovables.

Junior Romero, el organizador central de New Jersey en el Food and Water Watch, dirigió a la multitud para señalar que el gobernador Phil Murphy puede actuar para detener el proyecto por negar un permiso crucial de calidad de agua antes del 23 de junio, similar a las medidas adoptadas en abril por la administración del gobernador de Nueva York Andrew Cuomo.

Jeff Tittel, el director del New Jersey Sierra Club, habló sobre la batalla entre los combustibles fósiles del pasado y la revolución verde del futuro.

Robert Laumbach, profesor de Rutgers y médico, habló sobre la importancia de hacer preguntas acerca de los niveles de exposición a contaminantes que pueden resultar de la propuesta.

Laumbach señaló que las normas de contaminación del aire se ha reducido con el paso del tiempo y que la exposición repetida a contaminantes afectará la salud de los residentes.

Dos docenas de miembros de la Unión con la Hermandad Internacional de Trabajadores Eléctricos (IBEW, por sus siglas en inglés) y el Sindicato Internacional de Obreros de Norteamérica (LiUNA, por sus siglas en inglés) levantaban carteles en apoyo del proyecto NESE.

Los grupos trajeron un camión equipado con una pantalla de video grande y pusieron música a todo volumen que ahogó las voces de los oradores en la reunión.

“La gente tienen que hacer todo lo que pueden para detener proyectos de combustibles fósiles porque tales proyectos lastiman a la población, a animales y el medio ambiente,” dijo Barbara Cuthbert, miembro de la Franklin Township Task Force, que fue creado por el consejo del municipo en febrero de 2017 para mantener el Consejo y los residentes informados sobre el proceso de concesión de permisos y preocupaciones.

“La FERC y las agencias del estado se requieren solamente para que las compañías cumplen con ciertas normas, que no son lo suficientemente fuertes como para protegernos realmente,” dijo Cuthbert.

Ella se preocupó del proyecto después de aprender de la fuente potencial del gas natural. Luego Cuthbert aprendió acerca de los peligros de estaciones compresoras de gas natural y de oleoductos.

Cuthbert y muchos miembros del público se oponen al proyecto porque dicen que alentará a más fracturamiento hidráulico, un peligroso tipo de perforación de gas que es prevalente en Pennsylvania y es atado a la contaminación del agua local.

Aunque este proyecto comienza en la región Marcellus Shale de Pensilvania, donde el gas se fractura, la compañía dice que la fuente del gas podría provenir de muchos lugares.

El 14 de mayo es el plazo límite para que cualquiera persona pueda presentar observaciones a la FERC. Food & Water Watch también es alentando a opositores del proyecto a contactar el gobernador Murphy y pedirle que dirija el Departamento de protección ambiental para negar el permiso de calidad del agua requerido.