NEW BRUNSWICK, NJ–En diciembre del año 2016,los abogados de Stephen Lanzo III, un residente de NJ de 46 años con mesothelioma, pusieron una demanda contra la compañía Johnson & Johnson y sus abastecedores de talcos, diciendo que el uso de talco para bebés por parte de Lanzos le habían causado la enfermedad.

El juicio que preside la jueza Ana Visconi en la corte del condado de Middlesex, en la calle Paterson, comenzó el 29 de enero. Se espera que se presente a un jurado. Para su veredicto en el mes de marzo.

 La corporación multinacional de medicamentos, la cual vende productos al consumidor fármacos y equipos médicos, ha tenido como base la ciudad de New Brunswick desde que comenzó a operar en 1886.
 

Lanzo no es el primero en demandar a J/J sobre sus productos basados en talcos, los cuales han sido objeto de varias demandas por mujeres que alegan haber contraído cáncer de los ovarios por usar estos productos en sus áreas genitales, como ya habíamos reportado.
 

Pero este es solo el segundo caso en que se alega que el talco para bebés de J&J y los productos “ducha a ducha” (shower to shower) contienen asbestos. J&J ganó el primero de estos juicios sobre mesothelioma, celebrado en California.
 

Lanzo vive actualmente en Verona, pero también vivió en California y fue diagnosticado con mesotelioma, un incurable y fatal tipo de cáncer, a fines de julio del 2016, en Houston, Texas.
 Según la demanda, Lanzo quedó expuesta a asbestos “aproximadamente en 1972”, por primera vez, mientras clama que la segunda ocasión fue “aproximadamente en el 2003.” Él también fumaba tabaco ocasionalmente hasta el año 2002.
 

El abogado de Lanzo, Moshe Maimon de la firma Konigsberg LLP simplificó la demanda presentada al jurado en sus declaraciones iniciales. “Si usted fabrica un producto que causa daños a alguien, usted es responsable por esos daños,” dijo Maimon, quien tiene su oficina en Lawrenceville. “Es así de simple. Nosotros hablamos por Joe y (su esposa) Kendra. Estas son cosas difíciles e inquietantes las que vamos a decir,” dijo Maimon.

La esposa de Lanzo es también una demandante en el caso, pero no tiene la enfermedad. Ella fue privada cruelmente de la sociedad con su esposo, sus servicios y su compañía, según dice la demanda. “El mesotelioma maligno del señor Lanzo fue causado por asbestos,” dijo Maimon. “Se ha documentado que hay asbestos en los talcos para bebés de J&J.”

Él le dijo al jurado que pondría a la vista los documentos demostrando la evidencia que J&J se dio cuenta que los talcos de su proveedor, la compañía Cyprus Amax Minera, como “sucesor en intereses, de American Talc Comp., Metropolitan Talc Company,” y otras, contenían fibras de asbestos, pero el gigante de productos de consumo no advirtió a sus consumidores.

Pero J&J y sus proveedores argumentan que el mesotelioma de Lanzo es el resultado de su exposición a asbestos inhalados de otras fuentes y no del talco para bebés. La compañía Fortune 500 dice que los talcos siempre han estado libres de asbestos.
 

En defensa de J&J, Mike Brock de Kirkland & Ellis LLP dijo al jurado que, “la supuesta relación entre el talco para bebés y mesotelioma está basado en pruebas y métodos inexactos, y estudios que no están actualizados. Los productos de J&J nunca han contenido asbestos, y se hacen pruebas cuidadosas para confirmarlo,” dijo Brock al jurado. “J&J no es responsable por el desarrollo de mesotelioma en Sr. Lanzo,” dijo al jurado. “Esto es lo que los demandantes van a tratar de probarles a ustedes.”
 

No hay evidencia científica que apoye la reclamación de Lanzo, argumentó Brock, diciendo que Lanzo había estado expuesta a asbestos en la casa donde él creció, así como en la escuela cuando era un niño. “Él ha tenido otras exposiciones sustanciales,” dijo Brock. “Él tendría que demostrar que esta enfermedad fue causada por su exposición al talco de bebés y no a otra cosa.” Brock también apuntó que Lanzo no había reclamado ninguna pérdida de ingresos, y está activamente trabajando como instructor de hockey de hielo. “Nosotros estamos satisfechos de que los médicos hayan reportado que su enfermedad no haya sido recurrente,” dijo Brock.
 

Ambos abogados educaron al jurado, usando pantallas corredizas y ayuda visual para formar su caso. Entre los puntos presentados en las pantallas corredizas por los abogados de la defense de J&J estaban:
Décadas de pruebas demostrando consistentemente que no hay asbestos en los talcos para bebés de J&J.
Estudios reales en el mundo, que prueban que el talco cosmético no causa mesotelioma.
Que el talco para el cuerpo de J&J no causó mesotelioma.

 El punto no era solo si podría haber asbestos en los productos, sino también si esta era la causa de la enfermedad de lanza, el cual es un tipo de cáncer que se desarrolla desde la fina capa de tejido que cubre los revestimientos de los pulmones y las paredes del pecho.
 

Los asbestos dejan su marca en los tejidos de los pulmones, explicó Maimon al jurado: “El hecho de que Lanzo haya sido fumador de por vida, es ‘irrelevante’,” continuó Maimon, añadiendo que los asbestos encontrados en las muestras de los tejidos de Lanzo era el mismo tipo que alegadamente se encontró en los talcos de bebé de J&J.
 

Cambiando al tema de que si el mesotelioma de Lanzo tenía un aspecto ocupacional, el abogado preguntó, “¿trabajó Steve en una industria a que estuviera expuesto?” Mientras que la respuesta a la pregunta era no, el abogado admitió que se habían encontrado asbestos en el sótano de la casa donde Lanzo había vivido, pero que estos habían sido removidos sin ningún incidente.
 

“Al menos que usted los revuelve y se meta en el aire, este no hace daño,” dijo Maimon, argumentando que la exposición a asbestos en la casa no era responsable de la enfermedad de su cliente, concluyendo que Lanzo no había estado expuesta a ninguna otra fuente de asbestos otra que los talcos de bebés que él usaba.
 

Mucha ciencia estuvo envuelta en el caso, con expertos testificando y abogados proveyendo al jurado con sus propias lecciones de geología acerca del talco, “el más suave mineral en la tierra”. “El talco es una roca,” explicó Maimon. “La roca se convierte en polvo y lo que está en el talco, es lo que originalmente salió de una mina.” Mientras se le quitan algunas impurezas para hacer el talco, argumentaba Maimon, no hay manera de que jamás se puedan sacar todas. “Siempre queda un poquito,” dijo él, antes de presentar el caso de que J&J conoció desde 1970, que el talco para bebés contiene asbestos. “Si usted trata tanto por sacarlo, es porque está ahí.” En 1971 la administración federal para la salud y seguridad ocupacional fue creada, y los asbestos fueron las primeras sustancias reguladas por la agencia, dijo Maimon.

Por su parte Brock explicaba que hubo algunos puntos en las pruebas de 1970, “que se incrementaron, hasta convertirse en un robusto proceso. Yo les voy a mostrar los documentos, y ustedes van a ver que este es un problema que surgió en los setentas. Un par de científicos estaban pensando acerca de los asbestos en una forma más robusta y preguntaba: ¿estamos nosotros enfocando todos los puntos? Ellos hicieron algunos experimentos y los reportaron públicamente.”

Según Brock, las pruebas revelaron que había algo de asbestos en los talcos: “Esto fue ampliamente publicado. Mi cliente J&J hizo lo que usted quisiera que una compañía responsable hiciera. Contrató muy buenos expertos en el campo para analizar las muestras.” Brock también dijo que la administración federal de alimentos y drogas estaba interesada en el asunto, y nunca le dijo a J&J que hiciera algo diferente. “La (FDA) contrató a personas para estudiar el caso. J&J participó en estas discusiones y ahí terminó el caso. No había ningún riesgo de desarrollar una enfermedad letal por el uso de talco de bebés de J&J,” argumentó Brock. “Ahora nosotros vamos a regresar, más de 40 años más tarde y empezar a sacar todas estas cosas viejas empacarlas, y crear una demanda sobre esto, y eso es lo que ustedes van a ver cuando se desarrolle la evidencia en este caso.” dijo Brock.

Pero Maimon argumentó que J&J “tuvo dificultades” tratando de remover los asbestos de su talco. Una mina en Vermont, eventualmente se convirtió en el proveedor exclusivo de la compañía, pero que ahora han cambiado a minas en China.

Brock mostró al jurado una foto de un grupo de mineros en Italia, quienes había estado expuestos al talco diariamente en su trabajo, diciendo que habían encontrado “cero” casos de mesotelioma entre los trabajadores de las minas. “Esto no es como un roseo de un día. Esto es exposición real,” dijo Brock de los mineros que trituran talco como sustento. “Y aquí está el punto de este caso: Señor Lanzo usó talcos de J&J desde su nacimiento hasta el 2016. Estaba usando 2 botellas grandes al mes. Ustedes no vana ver ninguna evidencia en este caso, ni un fragmento de esta. No habrá evidencia directa de que el señor Lanzo haya usado jamás un producto que tuviera asbestos,” dijo brock.
 

Maimon dijo que en los setentas J&J desarrolló un talco basado en harina de maíz como alternativa y a través de una encuesta de los clientes, encontraron que les había gustado, llamándole la “contingencia de la harina de maíz”. Pero la familia Lanzo no tenía forma de saber que una tenía asbestos y la otra no. “Por qué J&J no continuó solo con la harina de maíz? Ellos prefirieron no advertir a nadie,” argumentó Maimon.

Brock respondió diciendo que la versión de talco de harina de maíz era un producto totalmente diferente, y que muchos clientes lo encontraron menos efectivo porque se hace pelotas cuando absorbe el sudor y no provee la misma sensación de “frescura” en la piel como el talco regular. Brock urgió al jurado a no hacerse un juicio hasta que no oyera toda la evidencia.

Por su parte, Maimon dijo que este caso no era acerca de champú para bebés, curitas, Tylenol, equipos médicos, o muchas de las buenas personas que trabajan en la compañía, la cual es uno de los empleadores privados más grandes del país. “Este es un caso acerca de…acciones y decisiones (con referencia) a este producto, no otros productos vendidos por la compañía.”