NEW BRUNSWICK, NJ– Una mujer que fue declarada culpable por un jurado de matar a su hijo, Timothy Wiltsey en 1991, ha sido condenada a cumplir 30 años en la prisión estatal.

La noticia de la desaparición del niño ese otoño, capturó la atención de la nación, ya que su foto e información fue compartida en todas las plataformas de noticias y a lo largo de la comunidad.

La madre de Wiltsey, Michele Lodzinski, cambiaba constantemente su historia sobre si el niño había desaparecido y cómo, o si había sido secuestrado.

En enero de 1994, Lodzinski fingió otro secuestro, alegando que los agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI) la habían secuestrado y llevado a Detroit, Michigan para “enseñarle una lección”. Tres años más tarde, ella fue declarada culpable de robar una computadora de un ex empleador.

Estos dos casos llevaron a sentencias de libertad condicional y arresto domiciliario, pero Lodzinski no fue llevada ante la justicia por la acusación relacionada con la muerte de su hijo sino después de dos décadas más.

Su condena, emitida en 2016, representó una victoria para la Oficina del Fiscal del Condado de Middlesex (MCPO) y su líder Andrew C. Carey. El “caso frío”, según se dice, fue reabierto en la administración de su predecesor Bruce Kaplan.

“Las ruedas de la justicia a veces se mueven mucho más lento de lo que nos gustaría en estas situaciones, sin embargo, en este caso, se hizo justicia”, dijo Carey a NJ.com.

Carey reconoció a múltiples agencias del orden público y sus oficiales quienes trabajaron en las investigaciones incluyendo el MCPO, FBI y la Policía Estatal de Nueva Jersey, así como los oficiales del Departamento de Policía de Sayreville, quienes realizaron la investigación en un principio.

Ahora es ya más de 25 años desde que Wiltsey desapareció.

Lodzinski, en ese entonces madre soltera de 23 años de edad, había dicho inicialmente a la policía en 1991 que su hijo de 5 años había desaparecido de un carnaval en Sayreville, después de que se dio la vuelta para comprar un refresco a las 7:30 p.m. aproximadamente.

El carnaval fue suspendido después que numerosas autoridades y voluntarios de la comunidad buscaron desesperadamente a Wiltsey hasta las 2:00 a.m.

El padre del niño, George Wiltsey, fue eliminado como sospechoso en el caso después de que se determinó que no había visto a su hijo desde que era un bebé y se encontraba en Iowa al momento de la desaparición.

Finalmente, los restos de Wiltsey se recuperaron el 23 de abril de 1992, a menos de media milla de donde trabajaba su madre. La causa de la muerte no pudo ser determinada por los médicos forenses porque los restos estaban descompuestos.

Lodzinski ahora tiene 49 años y vivía en Florida hasta que los investigadores del MCPO la acusaron del asesinato en agosto de 2014. Ella recibió la condena en la fecha en que habría sido el cumpleaños número 29 de Timothy Wiltsey.

El caso fue reabierto después de que testigos encontraron una manta que la policía vinculó con Lodzinski. Incluso luego de los varios esfuerzos de Lodzinski por ocultar sus crímenes, por ejemplo alegando falsamente que fue el niño fue secuestrado y malgastado el tiempo del personal de emergencias, sabiendo que ella mismo habría matado a su hijo.

Lodzinski pareció no mostrar ningún remordimiento por la muerte de su hijo, y se negó a hablar ante el tribunal que emitió la sentencia.

Ella ha permanecido tras las rejas desde el 2014 y se le ha acreditado 884 días de prisión a su condena de 30 años. Ella no será elegible para recibir libertad condicional sino después de que cumpla otros 27 años y cinco meses en prisión.

El Juez del Tribunal Superior Dennis Nieves, quien presidió el juicio, también manejó la sentencia del 5 de enero, negando a ordenar un período “de por vida en la cárcel”, que había sido solicitado por el Fiscal Adjunto del Condado de Middlesex Christie Bevacqua.