NEW BRUNSWICK, NJ– El 21 de enero, Octopus Music School presentó una función musical de estudiantes adultos en The Alfa Art Gallery, ubicada en 108 Church Street.

La escuela de la música ofrece funciones dos veces al año, pero ahora está intentando aumentar la frecuencia de sus presentaciones en vivo a dos veces al mes.

“El objetivo es otorgar más oportunidades para tocar música en vivo y ser proactivos en las presentaciones”, dijo Joseph Fekete, ex alumno de Rutgers y fundador la Octopus Music School.

La escuela celebraba sus eventos anuales en Tumulty’s antes de que el establecimiento fuera vendido, desde entonces se encuentra en la búsqueda de diferentes lugares para llevar a cabo sus presentaciones en la Hub City.

EL 22 de enero, la exhibición de música infantil se realizó en el café Hidden Grounds, ubicado en 4C Easton Avenue.

La única escuela de música, ubicada en la 46 Bayard Street, ha existido por cerca de 8 años.

Lo que distingue a esta escuela es la atención que brindan a estudiantes con necesidades especiales, ya que cuentan con cerca de 50 estudiantes inscritos con autismo o algún tipo de discapacidad.

“Lo que ofrecemos es una forma de participar sin importar la edad o nivel de habilidad”, dijo Ariella Fekete, la coordinadora de necesidades especiales de la escuela.

“Lo que nos hace especiales es que todo el mundo es bienvenido. No necesitamos reinventar la estructura o las lecciones, sólo dar a cada uno el don de expresarse a través de la música”.

Como un proveedor de servicios de la División de Discapacidades del Desarrollo, Octopus ofrece lecciones personales de guitarra y clases de piano dirigidas a personas con necesidades especiales, impartidas por instructores con años de experiencia trabajando con la población de autismo y discapacidades del desarrollo.

Para su programa de necesidades especiales, cada lección es enfocada y estructurada, pero no estricta, dejando espacio para que los estudiantes con necesidades especiales puedan divertirse y explorar su autoexpresión.

La escuela también ofrece lecciones generales y hace todo lo posible para facilitar los horarios y formas de pago. La escuela tiene un currículo estandarizado, pero a la vez deja espacio para la flexibilidad individual y creatividad de los estudiantes en todos los niveles.

“El nivel de comodidad en esta escuela de música es mucho mejor que otros lugares que he probado”, dijo Rajat Choudhary, un estudiante que asistió a la noche de gala con su hija.

“Su método de enseñanza es mejor que el promedio. Joe entiende totalmente y sabe descifrar no sólo las técnicas que funcionan para ti, sino también lo que te impide avanzar. Él sabe cómo reconocer el talento.”

Octopus Music School recientemente ha duplicado su impacto en New Brunswick y abrió una sucursal en Hillsborough.

Cuando se le preguntó sobre qué cualidades hacen a la escuela tan especial, Fekete mencionó sus fantásticos profesores, y que además, la escuela contrata diligentemente a su personal y ofrece incentivos a largo plazo para retener a los educadores que aman enseñar música.

“Enseñé piano durante varios años, pero aquí aprendí a enseñar más instrumentos para estudiantes generales”, dijo Jessica Del Rosario, la instructora de piano y de música general que dirige el programa para niños después de escuela, “me encanta fomentar el amor por la música”.

De igual manera, esos sentimientos se reflejaron mutuamente por la mayoría de los profesores entrevistados esa noche, que ofrecieron un ambiente de cuidado y aprecio por la actuación musical en vivo de los estudiantes que demostraron sus talentos.

Aditya Jaishankar, un estudiante de guitarra, presentó un cover de la canción “Tangerine” de Led Zeppelin, a un público silencioso que estuvo atento y en sintonía a cada rasgueo de su guitarra.

Otro de los estudiantes tuvo dificultades al tocar el cover de “Teenage Dirtbag” por Ween y tuvo que parar su presentación, sin embargo la multitud fue comprensiva.

“Lo que distingue a Octopus, es que no existe presunción o ego. Es solo gente que quiere pasar un buen rato y con ganas de tocar”, dijo Ray Schwab, un docente de guitarra y el coordinador del ensamble de Octopus Music School.

Mencionó que Octopus Music se está esforzando en expandir el programa de ensamble y grupos de cámara este año, enfocado en trabajar y tocar junto con estudiantes que han estado en la escuela por largo tiempo.

“Esta noche es una noche de diversión y expresión libre”. continuó Schwab, antes de ser llamado para tocar con sus estudiantes del ensamble.

La última actuación de la noche terminó con el ensamble, Los Titos, un grupo de estudiantes que no se conocían previamente, pero que se habían reunido una hora cada semana antes del evento.

Al final de la noche, los asistentes bebieron vino en la parte posterior, mientras un grupo de estudiantes se divirtieron en la parte central del lugar.

Hubo música rodeada por arte y una iluminación cálida, con pintorescos signos de entusiasmo embelleciendo el aire, e incluso Los Titos tocaron un cover de “Karma Police” de Radiohead, con su estribillo final coreado por todos en la sala: “For a minute there, I Lost myself, I lost myself…”

Los alumnos de Octopus Music School tendrán su recital de primavera en George Street Playhouse.