PERTH AMBOY, NJ— Dos hombres de la ciudad de Nueva York que dirigían un matadero de aves de corral en Perth Amboy fueron arrestados el 30 de noviembre y recibieron cargos por obligar a sus empleados, inmigrantes indocumentados, a trabajar allí durante largas horas con salarios extremadamente bajos.

Según la historia oficial, los dos hombres a quienes se les habían estado pagando para matar pollos “se quejaron de las horas que trabajaban y de las condiciones de la instalación (sin guantes, ni máscaras, ni jabón apropiado)”, provocando una amenaza de los patrones.

“Cuando estas dos víctimas se quejaron de la situación, los acusados presuntamente amenazaron con llamar a la policía”, lee la declaración oficial. “Las víctimas tenían miedo de ser arrestadas y deportadas y continuaron trabajando hasta que los inspectores de salud cerraron el negocio”.

Además, los patrones colocaron a los trabajadores en una pensión que “no tenía calefacción ni agua caliente” y “estaba infestada de insectos”, según la agencia federal de Inmigración y Aduanas (ICE).

Mohammad Abdul Wahid de 54 años, residente de Queens, y Mohammed Iqbal Kabir de 42 años del Bronx, enfrentan cargos de conspiración para cometer delitos relacionados con el tráfico de personas, conspiración para ocultar personas indocumentadas con fines económicos, así como por la violación de la Ley de Normas de Trabajo Justo.

Un juez estatal decidirá si se procede con el caso en su contra o no, luego de que sea presentado por parte de los fiscales.

Según las autoridades, entre julio de 2011 y enero de 2016, Wahid poseía un negocio llamado “American Halal Live Poultry” que operaba en 950 Amboy Avenue en Perth Amboy.

“El negocio operaba de acuerdo con las prácticas Halal, lo que quería decir que las aves de corral vivas eran sacrificadas por individuos musulmanes”, lee el comunicado de prensa del ICE.

Las autoridades se dieron cuenta de que los trabajadores “vivían en una pensión al frente del negocio”, y que Wahid deducía $40 semanales de su paga semanal por el alquiler.

A los empleados se les pagaba aproximadamente $290 semanales en efectivo y generalmente trabajaban de 70 a 100 horas semanales, según el comunicado oficial sobre los arrestos.

“Los empleados no fueron pagados más si trabajaban más horas, y tampoco se les pagó horas extras”, lee la declaración del ICE.

Los cargos “son el resultado de una investigación” conducida por el Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional (Homeland Security Investigations (HSI)) de ICE, el Departamento de Trabajo de los EE.UU., el Servicio de Rentas Internas y la Oficina Federal de Investigación.

“Seguiremos persiguiendo a aquellos individuos que intentan aprovecharse y abusar de víctimas vulnerables para obtener ganancias financieras”, dijo Terence S. Opiola, agente especial a cargo de la oficina de HSI en Newark. “Felicito a nuestros agentes especiales y a sus compañeros por buscar justicia en nombre de esas víctimas vulnerables y por un trabajo bien hecho”.

Los dos hombres podrían enfrentar décadas de prisión por estos delitos y multas de más de $500,000 cada uno.

Ellos fueron liberados por una suma de $75,000 en “bonos sin garantía” cada uno, y están sujetos a “encierro dentro del hogar y monitoreo electrónico”, según el comunicado.

* Traducido por: Silvana Escobar