New Brunswick, NJ- Por la quinta vez en tantos meses, la situación se puso turbulenta mientras la Junta de Planificación de New Brunswick escuchó testimonios sobre el plancontrovertido de un promotor para construir un edificio de 52 apartamentos en la calle Mine.

Con un toque de queda de 22.30 horas nombrada por la misma junta, fueron forzados una vez más a retrasar cualquier acción posible sobre la aplicación hecha por Construction Management Associates (CMA), o “Socios de la Gerencia de Construcción”, después de otra reunión agotadora de tres horas.

La mayoría de los oradores estaban en contra del nuevo edificio, y decían que sería destructiva para la ya difícil situación del estacionamiento, y que destruiría el carácter de la calle histórica.

Jennifer O’Neill, una ex-administradora de Rutgers que vive al lado del propuesto proyecto ha sido la líder del impresionante movimiento de oposición.
 

Después de más de un año de espera, O’Neill testifico por primera vez en la reunión del 10 de febrero, rogándole a la junta que no aprueban el desacuerdo y que manden al diseñador al punto de partida.

“La calle Mine ha sido mi vecindad por casi 24 años”, dijo O’Neill, quien compró su casa en el 2000 como parte de un programa que animaba a los trabajadores de la universidad a comprar casas cerca de Rutgers.

“He trabajado arduamente para crear una vida para mí y mi familia en la calle Mine y ahora está a riesgo de ser completamente destruida porque un constructor que ni siquiera vive en New Brunswick está determinado a aprovechar la oportunidad de ganar dinero sin importarse de cómo afectará negativamente a las vidas de las personas que realmente viven en la calle Mine”.

Mitch Broder, el constructor, se pasó casi toda la reunión en su teléfono celular sentado en la primera fila.

Ya no existe ninguna esperanza de preservar las estructuras que serán reemplazadas por
el edificio de Broder. En las últimas semanas, CMA, la compañía de la cual él es copropietario, ya derribó los edificios entre el 29 y el 17 de la calle Mine .

David Drinkwater, un profesor de música jubilado y uno miembro de los objetores oficiales, compró el cortijo en el 13 de la calle mine en 1976. En ese entonces, la propiedad ya tenia 200 años.

Él le dijo a la junta que la calle Mine no siempre fue la calle Mine. En una etapa fue comúnmente conocida como “la calle de ladrillos amarillos” porque fue pavimentada con ladrillos amarillos que conectaban Rutgers con la avenida Easton, como si fuera una propia versión de “El mago de Oz” en New Brunswick.

“Hemos invertido miles de dólares de nuestros ahoros de retiro en este proceso de tratar de rescatar nuestra agradable y harmoniosa vecindad”, dijo Drinkwater. “Cómo lo veo yo, la proposición del solicitante es una bruta monstruosidad, pero más que nada es un símbolo de codicia”.

Antes de que Drinkwater fue interrogado por Thomas Kelso el abogado de CMA, el público tuvo un vistazo extraño a como New Brunswick puede ser un mundo pequeño e interconectado cuando Kelso expresó su admiración de Drinkwater. Ambos hombres se han conocido por casi la mitad de un siglo.

Kelso, quien ahora representa el gobierno del condado y varios importantes promotores, ha sido estudiante de Drinkwater y cantaba en un coro local dirigido por el prolífico profesor.

“Tengo una gran cantidad de respeto por David porque lo he conocido por 47 años. Tuve el privilegio de cantar en organizaciones que él a dirigido”, dijo Kelso. “Tengo una gran cantidad de respeto y admiración por su opinión de esta solicitación y como el percibe y David, lo siento. Se que nuestra relación no ha estado tensa porque él está enojado con migo en este momento”.

Ahora, décadas después, ambos hombres están en lados opuestos de esta lucha amarga.

Otras personas se levantaron en oposición, incluyendo a Bruce Newling, un residente de largo plazo del sexto distrito electoral.

Jacquelyn Gray, una reportera de New Brunswick Today que vive en la calle Mine le recordó a la junta que la vecindad es un “desierto de comida”, y para hacer las compras de comida se convierte en una excursión de un día completo para los residentes que no tienen autos.

“Solo quiero que ustedes piensen en el estado de nuestro sistema de transportación”, dijo Gray. “No está tan organizado en New Brunswick como en otras ciudades”.

Aun así, no todos que hablaron estaban en contra del proyecto del edificio. Un propietario vino a la reunión para apoyar la propuesta.

Steve Ostergren, un residente de Hillsborough, es dueño de varias propiedades en New Brunswick y maneja el negocio Scarlet Fever en la calle Somerset.

Con paciencia él espero su turno para hablar, y le dijo a la junta que la ciudad debería dar la bienvenida al tipo de edificio que CMA quiere construir.

“A mí me encantaría construir un edificio como ese”, dijo Ostergren, insinuando que quizás un día el buscaría de la junta un variación.

Ostergren dijo que él prefería que sus hijos vivan en un edificio como el que la ciudad propone, en vez de unas de sus casas de 80 o 90 años en la ciudad. “Es bueno para los estudiantes… De quien es esta vecindad? En realidad, es la vecindad de los estudiantes”, él afirmó. “No es más las buenas familias criando sus hijos. Eso fue hace 50 años, eso fue hace 60 años”.

Aun así, Ostergren admitió que sería desagradable vivir al lado del propuesto gran edificio. “A mí no me gustaría tener mi sombra obstruida, no me gustaría tener una grande muralla a mi lado… pero así es la vida”.

La próxima, y probablemente final, audición de la Junta de Planificación sobre la propuesta de la calle Mine será el 10 de marzo a las 19.30 horas en el Middlesex County Administration Building en la 75 de la calle Bayard en la sala de reuniones “Freeholder Meeting Room”.

Todos serán bienvenidos a asistir y hablarle a la junta, o hacer preguntas sobre el proyecto.